Volver a cuidar la vida
La jardinería orgánica regenerativa no es solo una técnica, es una forma de pensar y de sentir el jardín como lo que es, una comunidad de seres vivos. No busca dominar la naturaleza, sino trabajar con ella, como enseñan los grandes referentes de la agricultura natural: Masanobu Fukuoka, Bill Mollison, John Seymour, Jairo Restrepo o Emilia Hazelip. Y otros.
Es un sistema que va más allá de lo orgánico, porque no se limita a evitar los químicos, sino que busca regenerar los suelos, recuperar los ciclos de la vida y devolverle a la tierra su capacidad de nutrir.

Qué es la jardinería orgánica regenerativa
Podemos definirla como el arte de cultivar la vida. No solo plantas, sino también microorganismos, insectos, aves y toda la red invisible que sostiene los ecosistemas.
Mientras la agricultura convencional extrae recursos hasta agotar el suelo, la jardinería regenerativa restaura el equilibrio biológico, incrementa la biodiversidad y mejora la estructura del suelo año tras año.
En palabras simples: en lugar de empobrecer, enriquece.
Sus principios se basan en tres pilares fundamentales heredados de la permacultura:
- Cuidado de la Tierra – proteger y mejorar los ecosistemas vivos.
- Cuidado de las personas y todos los seres – asegurar alimento sano, agua limpia y respeto por la vida.
- Reparto justo y equilibrio – compartir recursos, semillas y conocimientos.
Cómo se trabaja: principios y práctica
El jardinero regenerativo se convierte en observador y aliado. En lugar de imponer, acompaña los procesos naturales.
Observar antes de actuar
Todo comienza con la observación. Fukuoka decía que el mejor fertilizante son los ojos del agricultor. Mirar cómo fluye el agua, cómo crece la hierba, qué insectos llegan… eso te da las claves para diseñar con sentido.
No remover más de lo necesario
El suelo no se labra profundamente. Se respeta la estructura del humus, los hongos, las bacterias y las lombrices.
En su lugar, se trabaja con acolchados, compost y raíces vivas que airean el suelo naturalmente.
Diversidad y asociación de especies
Un jardín regenerativo se parece más a un bosque que a una plantación.
Se combinan plantas aromáticas, flores, leguminosas y hortalizas para atraer polinizadores y repeler plagas.
Ejemplo de asociaciones naturales:
- Tomate + albahaca + caléndula.
- Zanahoria + cebolla + romero.
- Lechuga + rabanito + trébol blanco.
Círculo cerrado: nada se pierde
Todo residuo orgánico vuelve al suelo. Las hojas secas, los restos de poda o de cocina se transforman en compost o bocashi.
Así se reduce la dependencia de insumos externos y se construye soberanía ecológica.
Agua viva
El riego se diseña siguiendo la topografía, con canales, zanjas de infiltración o swales.
El objetivo no es solo regar, sino infiltrar el agua en el suelo, creando reservas naturales de humedad.
Qué materiales y productos se usan
La jardinería orgánica regenerativa se basa en recursos locales y biológicos:
Tipo | Ejemplo | Función ecológica |
---|---|---|
Materia orgánica | Compost, estiércol, hojas secas, restos de cocina | Alimentar microorganismos y mejorar la estructura del suelo |
Microorganismos | Fermentos, lactobacilos, EM, bokashi | Revitalizar la biología del suelo |
Minerales naturales | Roca fosfórica, ceniza, harina de huesos, cal dolomita | Reponer nutrientes esenciales |
Plantas medicinales | Ortiga, cola de caballo, ajo, neem | Fortificar y prevenir plagas |
Acolchados | Paja, corteza, hojas secas | Proteger humedad y evitar erosión |
Los microorganismos: el corazón invisible del jardín
El alma del suelo está viva. Cada gramo de tierra sana contiene millones de bacterias, hongos y actinomicetos.
Ellos descomponen la materia orgánica, liberan nutrientes y protegen a las raíces de las enfermedades.
Cuando el suelo está muerto o compactado, las plantas enferman.
Por eso, en la jardinería regenerativa se cultiva la vida microscópica antes que la planta misma.
Receta sencilla para producir microorganismos eficientes nativos (EM1)
Funciones directas: Mineralización de los nutrientes del suelo, producción de quelatos, control de plagas y enfermedades, mejora la estructura del suelo, ayuda a liberar minerales y participa en la formación del humus.
Funciones indirectas: Producción de hormonas de crecimiento y reducción de patógenos.
Ingredientes:
- 1 saco de hojarasca de bosque con microorganismos
- 1 saco de salvado de trigo o afrecho
- 5 kg de melaza
- Agua sin cloro, la prueba del puño.
Preparación:
Mezclamos la hojarasca con el salvado o el afrecho, hasta que la mezcla quede pareja, agregamos la melaza disuelta con un poco de agua y mezclamos agregando agua poco a poco sin pasarnos de humedad. Siempre ir controlando la cantidad de agua antes de agregar mas con el método del puño, agarrar un poco de la mezcla y apretar cerrando el puño , verificando que no este muy seco, ni que suelte agua, no pasarse. Que apenas este húmedo.
Compactar bien la mezcla en un bidón de plástico herméticamente cerrado, dejar en la sombra cerrado durante 28 dias, marcar en el bidon la fecha y el lugar de donde se agarraron las hojas del bosque.
Uso del EM1:
- Semilla de EM para abono solido ( compost, estiercol, bokashi)
- Semilla de EM para preparación de biofertilizantes.
Estos microorganismos locales regeneran la vida del suelo, activan el compost y ayudan a equilibrar los hongos.
Muy Importante
Para evitar el saqueo de hojarasca de los bosque y no perjudicarlos, es importante seguir la reproducción del EM1 con el mismo EM1 ya producido. Me explico, con esto que hemos preparado, pasados los 28 días volvemos a preparar todo utilizando el EM1 en lugar de la hojarasca y ponemos el doble de todo el resto, 2 sacos de salvado o de afrecho, 10 kilos de melaza y agua sin cloro con la prueba del puño, compactamos en dos bidones herméticos y esperamos 28 días mas , siempre escribimos la fecha y el origen de la hojarasca. Así sucesivamente , podemos ir utilizando la mitad y con lo que queda preparamos mas. si esto esta bien protegido puede durar años.
El Bokashi: el abono fermentado de los maestros
El bokashi (del japonés “materia orgánica fermentada”) es un abono biológico que acelera el ciclo natural de descomposición, generando un sustrato rico en microorganismos y nutrientes fácilmente asimilables.
Ingredientes básicos:
- Material vegetal triturado – 10 sacos
- Salvado de arroz o trigo o afrecho – 3 sacos
- Estiércol fresco preferentemente de vaca, 3 sacos
- Tierra – 5 sacos
- Harina de roca – 1 saco
- Ceniza – 1 saco
- Carbón vegetal muy molido – 2 sacos
- Melaza – 5 kilos
- Levadura – 300 o 500 gr
- EM1 – 1 saco
- Agua sin cloro – cantidad necesaria , la prueba del puño.
Preparación:
- Mezclá todos los ingredientes secos.
- En otro recipiente, disuelve la melaza en agua e incorpórala a la mezcla.
- Incorporá el agua poco a poco hasta que la mezcla tenga humedad tipo “trapo exprimido” (ni seca ni chorreando).
- Tapá con un trapo o con hojas de palmera y dejá fermentar entre 10 y 12 días, removiendo cada 12 horas los primeros 5 dias y luego cada 24 horas
Listo cuando:
El material huele dulce, a tierra húmeda, y no calienta más.
Aplicación:
1 kilo de bokashi por metro cuadrado, mezclado superficialmente o en riego con agua.
Qué le hace esto a las plantas y a los seres vivos
Cuando el suelo se llena de microorganismos, el jardín se transforma.
Las plantas desarrollan raíces más profundas, hojas más verdes y resistencia natural frente a plagas.
Pero también vuelve la fauna: lombrices, abejas, mariposas, aves… cada una cumple su rol.
Beneficios comprobados:
- Incremento del carbono orgánico del suelo.
- Mejora de la retención de agua.
- Menor incidencia de plagas y enfermedades.
- Plantas más equilibradas y nutritivas.
- Ecosistemas resilientes frente a la sequía o el calor.
Preparados vegetales regenerativos
A continuación, algunas recetas ecológicas tradicionales que se utilizarían cuando el jardín es atacado por una plaga importante y no queda mas remedio:
1. Extracto de ortiga (fortificante general)
- 1 kg de ortigas frescas por cada 10 litros de agua.
- Fermentar 7 a 10 días, remover a diario.
- Diluir 1:20 para aplicar en riego o foliar.
Fortifica las plantas, estimula el crecimiento y repele pulgones.
2. Extracto de cola de caballo
- 1 kg de cola de caballo en 10 litros de agua.
- Hervir 20 minutos y dejar reposar.
- Pulverizar 1:10 sobre hojas para prevenir hongos (oidio, mildiu).
3. Extracto de ajo y cebolla
- 5 dientes de ajo + 1 cebolla + 1 litro de agua.
- Dejar reposar 24 h, colar y aplicar.
Repelente natural de insectos chupadores y hongos.
Aceite de neem (Azadirachta indica)
- Insecticida preventivo y sistémico contra pulgones, cochinillas, trips y mosca blanca.
- Dosis: 5 ml por litro de agua + una gota de jabón potásico como adherente.
Cómo diseñar un jardín regenerativo
Un jardín regenerativo no se diseña con líneas rectas, sino con patrones naturales: curvas, espirales, mandalas.
Se organizan zonas según la frecuencia de uso y las necesidades de las plantas:
- Zona 0: tu casa o centro de actividad.
- Zona 1: huerta intensiva, hierbas culinarias, compostera.
- Zona 2: frutales y plantas perennes.
- Zona 3: bosque comestible o zona de reforestación.
- Zona 4–5: áreas silvestres de regeneración natural.
El resultado es un paisaje productivo y armónico, donde cada elemento cumple varias funciones: sombra, alimento, hábitat, belleza. Siempre la disposición de las plantas y arboles , varia según necesidad de sol, agua y protección del viento.
La conexión espiritual
La jardinería regenerativa es también un camino interior.
Cada semilla sembrada es una promesa de futuro, una forma de reconciliarnos con la tierra.
Fukuoka lo resumía así:
“La verdadera agricultura es el cultivo y la perfección de los seres humanos.”
Y en ese sentido, cada jardín regenerativo es una escuela viva donde aprendemos a volver a pertenecer al mundo.
Practicar jardinería orgánica regenerativa es volver a crear suelo, agua y vida.
No es una moda, sino una respuesta profunda a una crisis ecológica global.
Con cada puñado de compost, con cada gota de microorganismos, estamos reparando el tejido de la Tierra.
El cambio empieza en el jardín, con tus manos, tus restos de cocina y tu paciencia.
Ahí, donde una lombriz vuelve a moverse bajo la tierra, comienza la verdadera revolución verde.
Muchas gracias por pasarte por mi blog, un gran abrazo,…….. Matias Maschio de muchoverde.com